Bueno la verdad no lo tengo muy pensado, pero si imagino un poco y miento otro más, diría que son dos y que a su vez se dividen y encuentran en dos estaciones: En verano me gusta sentir el pasto tendida a la sombra de un árbol, pero esto solo porque me es particularmente agradable mirar hacia arriba y ver los rayos del sol que cuelan a través de las hojas, con este simple gesto, que acontece todos los días, se generan una infinidad de tonos de verdes que cambian a cada segundo ¡Una maravilla! este color es mi preferido. Si hay viento, el placer se vuelve un tanto insoportable, este infinito, el de los colores, se mueve. En invierno me gusta la biblioteca, el frío siempre ha sido muy coqueto, pero el frío en un lugar que invita al susurro lo es aún más. Me di cuenta con el tiempo de que ambos placeres, tanto el invernal como el de verano, están profundamente conectados por los libros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario