Cuatro días y cuatro noches se demoraron en salir del
desierto total y llegar a encontrar una sombra. El árbol era pequeño y tenía
pocas hojas. Ellos eran 10, todos iguales, iguales y todos con una sombra. Decidieron que nadie debía estar bajo la débil y miserable cobija.
Durante los siguientes días especularon como hacer de esa
pequeña sombra una más grande que pudiese cobijarlos a todos. No había más
que arena, hacían incansablemente castillos pero estos se caían, la arena era
demasiado seca, demasiado seca. Trataron de ordenar las hojas para hacer de la sombra una más
intensa. Pero cuando lograban agruparlas y cuando ya estaban todas juntas, y sí, así una
pequeña brisa las movía.
Esto no es una metáfora; es sólo que a veces, diez personas
mueren a las doce del día.
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